domingo, 27 de julio de 2008

Rupay



La palabra quechua significa "calor" en varios sentidos. El calor y la luz que puede irradiar el sol, la hoguera, una zarza ardiendo o una pradera, también un pueblo. Con todos sus alcances, este es el título de una crónica gráfica presentada en la FIL Lima 2008 hace dos días. Es creación de Alfredo Villar, Luis Rossel y Jesús Cossio, y publicado por Ediciones Contracultura. A casi cinco años de la presentación del informe de la CVR, este libro sobre la violencia en el Perú entre los años 1980-1984 es un modo inteligente de divulgación de lo ocurrido en Huamanga, Uchuracchay, Chungui, Lucanamarca, Soccos y en otras comunidades del sur del país.
La investigación se ha basado en muchas fuentes, testimonios y otros trabajos que ya han dado su punto de vista acerca de las masacres y abusos, pero cuya importancia muchos desconocíamos. No es un registro morboso de los hechos sangrientos, sino que pasa revista a los actores, a sus motivaciones y contradicciones durante el conflicto, de manera episódica, resaltando los casos más cruentos y sintomáticos. El apoyo incondicional al Ejército por parte del Estado y su obtención absoluta del poder; la felicitación del Presidente a los comuneros de Huaychao por el "ajusticimiento" a siete supuestos senderistas, como antecedente de lo ocurrido en Uchuracchay; el adoctrinamiento del ejército a los campesinos; la marginación y el incremento del odio provocado por los senderistas y el ejército en la población son aspectos importantes que son comunicados de una manera cercana, didáctica, siempre mostrando una posición en contra de la militarización y del abuso del poder mediante, por ejemplo, las siguientes preguntas claves: "¿Cómo y por qué se cometieron tantas atrocidades? ¿Por qué se sigue recordando al ex-presidente Fernando Belaúnde como "un insigne político y patricio", cuando fue durante su gobierno (1980-1985) que se cometieron estos crímenes? (52)" "¿Cómo pudieron el ejército y la Marina llevar a cabo estos crímenes si -supuestamente- vivíamos en un régimen democrático?" (88).
Son historias de sangre y eso se transmite visualmente a través de la portada. Sin embargo, dentro de las viñetas en blanco y negro, roja también es la bandera senderista y la bandera del Perú, la propaganda subversiva y las tripas de los perros que los soldados obligaban comer a los comuneros para tener valor. La maldad viene de un lado y el otro. A los senderistas y a quienes, dicen, defendieron el país.
En resumen, una parte traumática de nuestra historia "nacional", que seguimos en proceso de comprender, es difundida de manera accesible y emotiva. Es una publicación que no puede dejarse pasar.

jueves, 24 de julio de 2008

Chau, Lima


Me voy de Lima sabiendo que la extrañaré mucho. Su caos, su informalidad, su sordidez, sus contradicciones. Ahora está más fea que nunca por la cantidad de calles que están siendo desarregladas. De por sí, mi Lima querida era una ciudad estresante. Ahora, ¡imagínense! ¡Comenzar la mañana batallando con el tráfico! No es el caos sino el desatino de nuestras autoridades. La mayoría de ellas, amoral y delincuente. Y esto ya no es un mal limeño sino un mal del Perú. Lo de Torres Caro y Espinoza no debe sorprender a nadie. Ya hemos visto como Montesinos y el Chino se lanzaban miradas compinches, coquetas y homosexuales en pleno careo (un poco más, besitos volados), lo cual no delata necesariamente una tendencia sexual nada despreciable, pero sí un cinismo y complicidad basada en el egocentrismo y en el hambre de poder del que mutuamente se nutrían. Aquí todo es una criollada, la ley del más pendejo. ¡Cuánto billete se estarán metiendo al bolsillo por el dizque mejoramiento de la ciudad por motivo de las cumbres! Con lo necesario que fue la apariencia de la ciudad en la cumbre pasada, en la que mantuvieron a los presidentes enjaulados en sus lujosos hoteles, mientras el resto se sentía marginado físicamente del mismo asunto protocolar que lleva a los políticos a tomarse fotos y a lanzarse aparatosas promesas. Con razón la Cumbre de los Pueblos. En fin, mucho que decir sobre Lima, no todo negativo por cierto. Así la dejo ahora, espero encontrarla mejor cuando vuelva. Me voy ahora con expectativas a USA, otro país en decadencia. Cualquiera que no me conoce diría que soy pesimista, pero no. Lo que digo es que eso pasa con el país, pero lo que es yo…yo voy con mucha esperanza…

miércoles, 16 de julio de 2008

primer poemenos

Es cierto lo del susurro en la mente
Esa hoja en blanco
Un espacio vacío
Como amanecer sosegado
O turbio desaliento o bajón en la mirada
Y la mano que escribe
Mirándose al espejo
Para comprobar
Que sí, efectivamente,
Escribe
Sobre la hoja en blanco
Para que la mente deje de sostener susurros
En lo alto
De nota mayúscula
De música mármol de invierno
Y por un momento
Se siente la libertad
El amparo del mundo
Y qué si sólo es un estado
Una imaginación de una imagen trasnochada
Ilusoria
Ilusoria
claudia
Ilusoria
Ilusión tuya
Qué importa

martes, 15 de julio de 2008

domingo, 13 de julio de 2008

"Páprika"



He visto películas ponjas pocas veces. Esta pela animada me ha dejado fascinada. No conozco al director y, salvo “Akira”, no he visto otro largometraje del género; espero que con “Paprika” (Dir. Satoshi Kon, 2006) se inicie una nueva afición. Este plot es sobre los sueños; más específicamente, trata de una adusta psicóloga que se mete en los sueños de sus pacientes para ayudarlos a sobrellevar sus tormentos. Pero un viejo maldito, que justamente es el Presidente de la compañía en donde se diseñó el dispositivo para entrar a los sueños, quiere conquistar el mundo y decide utilizar el invento para apoderarse de las conciencias de las personas. Este es el motivo que crea la confusión entre realidad y sueño, tema clave de la pela, expresado en versátiles y coloridas animaciones que muestran alucinantes asociaciones del inconsciente. Como en un cuento fantástico, las dos esferas se fusionan, pero, claro, aquí tenemos un fundamento científico.
El inicio es un buen impulso de lo que se verá en la hora y veintiséis minutos restantes. Aunque la confrontación central entre la psicóloga, Páprika (el alter-ego de la terapista en el contexto de los sueños), Shima y Konakawa (el doctor y jefe del grupo creador del dispositivo, y el detective que es paciente de Páprika, respectivamente) contra el Presidente no es del todo climática. Sin embargo, no deben perder de vista la muñeca gigante que da mucho miedo.
Una cosa que llamó mi atención fue que el detective, para comunicarse con Páprika y ser atendido en uno de sus sueños, tenía que meterse a uno de esos encuentro virtuales de tres dimensiones, como el último juego que ha salido: Lively. Lo menciono porque justo ayer que vi la pela me metí a ese programa para averiguar de qué se trataba y salí consternada. Deberá ser el tema de mi próximo post. Debo también el de la presentación del blog.